Informació de l'obra i context de creació
La fábrica Karhula e Iittala convocó en 1932 a un concurso de diseño de piezas de vidrio. Aino Aalto ganó el segundo premio con su serie Bölgeblick (vista de ondas) en la que se incluía una jarra, tazas, cuencos, platos llanos, un azucarero y una jarrita para leche.
La serie se empezó a producir en 1932. Más tarde se añadieron vasos, jarrones, cuencos y posteriormente vasos para chupitos. La colección de objetos se hizo popular, exponiéndose en Londres, (1933) y Milán (1936) donde ganó un primer premio, por lo que se ha copiado dicho diseño incansablemente hasta nuestros días.
Los objetos diseñados por Aino Aalto tenían una forma sencilla, sin alardes estéticos, como les correspondía a los objetos utilitarios que seguían los principios del Movimiento Moderno dentro de los cuales destaca tener una forma ligada a la geometría pura.
Todos los objetos de la serie se pueden apilar, siendo prácticos y útiles. Están adaptados al espacio de las cocinas modernas de la época y ahorran espacio para los estándares de cocina y vivienda mínima que se empezaban a estudiar en ese período.
El diseño de la serie está altamente ligado a los métodos de producción, ya que prima la producción en serie y el material utilizado. Los aros se introducen por una cuestión práctica, ya que sirven para ocultar las irregularidades del material, un vidrio barato prensado (hoy en día la empresa está utilizando vidrio reciclado para algunos modelos).
El diseño de esta serie se podría resumir en ideas de Le Corbusier, contemporáneo de los Aalto, acerca de la creación de objetos utilitarios: “tienen que ser, ante todo, herramientas perfectas, eficaces, económicas precisas, estándares, objetos-tipo; no objetos singulares, arbitrarios o excéntricos”.
Después de más de 85 años sigue siendo un diseño actual y moderno, que se puede encontrar en cualquier casa de nuestra época. Es un simple objeto de vidrio que ha cambiado nuestra cotidianidad y está presente en nuestras vidas. Un diseño universal, atemporal y de uso general para toda la sociedad. Esto es a lo que todo diseñador aspiraba, y más aún a principios del siglo XX.
Aino Marsio-Aalto, dentro del movimiento moderno en arquitectura y junto con sus contemporáneas Margarette Schutte Lihotzky y Lili Reich en Alemania o Charlotte Perriand en Francia son las que introducen un avance revolucionario en el concepto de entender las cocinas y el diseño de las mismas. La cocina compacta y funcional como la conocemos hoy (y su evolución build in en el siglo XXI), es el reflejo de la preocupación de estas arquitectas por una vida más libre para la mujer. Paralelamente, en este período encontramos a Truus Schröder coautora, junto a Gerrit Rietveld, de la famosa casa Schröeder, a Eileen Gray con la casa E-102, Lilly Reich, maestra en la escuela Bauhaus y coautora junto con Mies Van der Rohe de obras de arquitectura y mobiliario, la finlandesa Elissa Mäkiniemi, Ragna Grubb en Dinamarca, interesada en la vivienda social o la china americana Anne Tyng coautora junto con Louis Khan de los edificios más significativos del despacho Khan en los años 50 en EE.UU, entre otras.