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Informació de l'obra i context de creació

La protagonista de esta obra es una giganta que ocupa la mayor parte del espacio en este mundo en el que habita de manera calmada y estable. Este personaje nos recuerda a la dama oval descrita por Leonora en la que ella misma se veía reflejada:

“Una dama muy alta y muy delgada se hallaba de pie delante de su ventana. La ventana era también muy alta y muy delgada. El rostro de aquella dama era pálido y triste. Permanecía inmóvil y nada se movía cerca de la ventana, excepto una pluma de faisán que llevaba prendida en sus cabellos.”

Entre sus manos sostiene un huevo, símbolo del renacimiento, la fertilidad y la fragilidad. Está rodeada de aves que la rodean y a las que protege como si fueran sus crías. Permanece inmóvil, calmada y pacífica lo que contrasta con los seres diminutos que se defienden de la aparente amenaza.

Su cuerpo ovalado nos invita a pensar en una mujer embarazada, creadora de vida. Su cabello, un campo de trigo, es el alimento. El color amarillo, luminoso, nos recuerda a la luz del sol en un entorno sombrío.

Esta obra representa muy bien el mundo imaginario de Leonora, con seres fantásticos, gigantes y fantasmas, que nace de su educación irlandesa y el contacto con la mitología celta.

Abren camino artistas como Hilma af Klint, la primera pintora abstracta, hombre o mujer, con la que se inicia la abstracción, sus dibujos geométricos pueden considerarse también precursores del surrealismo. Y contemporáneas de Leonora fueron Gertrude Abercrombie en Chicago; Eileen Forrester Agar o Emmy Bridgwater, en Inglaterra; Maud Bonneaud y Jackeline Lamba en Francia; María Izquierdo en México; o las españolas Maruja Mallo y sus grandes amigas Remedios Varo y la fotógrafa húngara Kati Horna.

Indicacions

Se puede usar en:

• Educación Plástica, Visual y Audiovisual 3º ESO
• Aplicación de las tangencias, curvas técnicas: óvalo y ovoide

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