Biografia
Marianne Liebe nació en Chemnitz, Alemania en 1893 e inició sus estudios de pintura y escultura en 1911 en la Escuela Superior de Bellas Artes en Weimar, Alemania, con 18 años. En 1912 se trasladó al Grand Ducal College of Art, también en Weimar. Sus primeros trabajos consistieron principalmente en retratos expresionistas, que se exhibieron por primera vez en 1918 en la Galerie Gerstenberger de Chemnitz. Se casó con el pintor noruego Erik Brandt un año después y regresaron a Weimar en 1921.
En esta primera etapa de su vida profesional, Marianne se dedicó principalmente, a la pintura hasta que ingresó en la Escuela Bauhaus. Una escuela que solo duró 14 años, entre 1919 y 1933, cuando el régimen nazi la cierra. Por la Bauhaus pasaron más de 1250 alumnos de 29 diferentes países y donde sus estudiantes diseñaban desde ceniceros en metal, tazas de cerámica, tapices, vitrales, hasta lámparas, mobiliario en madera o en acero, edificios de arquitectura… todo con el espíritu del movimiento moderno del cual eran parte integrante y cuya producción sigue teniendo influencia hoy en día en los objetos de uso cotidiano y que casi ni nos damos cuenta, pero están en nuestra casa….
De esos casi 1300 alumnas y alumnos, solo 24 mujeres se diplomaron, entre ellas Marianne, en metalurgia. La mayoría de las mujeres lo hizo en textil, ya que todas eran destinadas al taller de telar después de pasar el curso de iniciación. Pero muchas no se conformaron y fueron abriéndose camino en el taller de arquitectura, metalurgia, fotografía o carpintería entre otros, destacando en muchos más campos del arte y diseño en la escuela: tipografía, fotografía, metalurgia, carpintería, arquitectura, vidrio, pintura, cerámica, diseño de mobiliario, interiorismo, diseño industrial, etc.
Hubo otras mujeres estudiantes que por distintas circunstancias tuvieron que dejar la escuela, pero mientras estaban en ella, tuvieron una producción sobresaliente, lo que demostró la más que acertada interpretación de los principios Bauhaus.
Marianne se matriculó en la Bauhaus en 1924 y estudió con en artista húngaro László Moholy-Nagy. Por recomendación de él, fomentó su talento para el diseño industrial en el taller de metales de la escuela, departamento que hasta entonces solo aceptaba hombres.
Marianne abordó su trabajo desde una perspectiva funcionalista que fue revolucionaria para su época, y las líneas simples y limpias de sus piezas reflejaban la influencia modernista de su mentor. Aunque creó una cantidad asombrosa de artículos de uso diario, incluidos ceniceros, teteras (específicamente la ahora icónica tetera Modelo No. MT 49, 1924) y juegos de café, los diseños de sus lámparas fueron particularmente notables.
Marianne Brandt-Liebe también trabajó en el taller de fotografía en la Bauhaus, tomando fotografías que presentaban ángulos inusuales, en particular, autorretratos, y reflejos desorientadores y distorsionantes en superficies de vidrio y metal. Poco a poco se ganó el respeto de todos por la manera tan especial que tenía de representar los productos que diseñaba que, además, seguían las tendencias que predominaban en la Bauhaus, como el empleo de las denominadas “formas zanahoria”, y el repetido uso del triángulo, el cilindro y la esfera.
En 1926, dejó la Bauhaus con su marido para pasar nueve meses en París. Durante ese año sabático comenzó su experimentación con el fotomontaje, collages cuidadosamente compuestos de imágenes y textos recortados de los medios de comunicación. Aunque es menos conocida por ellos, realizó unos 45 fotomontajes en el transcurso de una década. Sus obras muestran la influencia de los experimentos de Moholy-Nagy en fotografía, así como la de su contemporánea Hannah Höch, conocida por sus mordaces y satíricas obras de fotomontaje.
Los fotomontajes de Marianne a menudo reflejaban el papel de la "Mujer Nueva", las mujeres liberadas y más independientes que vivían en los principales centros urbanos de Europa. Impresiones parisinas (1926), por ejemplo, un alegre collage de personalidades y escenas de la ciudad, muestra a varias mujeres en distintos estados de desnudez.
Marianne regresó a la Bauhaus y finalmente se desempeñó como directora del taller de metales (1928-29), pero renunció cuando se fusionó con otros departamentos. En esos dos últimos años también dedicó más tiempo a la fotografía y al fotomontaje y participó en la emblemática exposición “Film und Foto” en Stuttgart en 1929.
Después de diplomarse en la Bauhaus en 1929, comenzó a trabajar en la producción de muebles y proyectos de diseño de interiores en la Estudio berlinés del arquitecto y fundador de la Bauhaus Walter Gropius . Más tarde, ese mismo año, se convirtió en la jefa del departamento de diseño de la fábrica de hardware Ruppelwerk en Gotha, Alemania, donde permaneció hasta 1932.
La llegada del nacionalsocialismo fue una época complicada para Marianne quien no encontró un trabajo estable como ingeniera industrial. Por necesidad, que no por convicción, en 1939 aceptó formar parte de la Reichskulturkammer, una organización nazi de artistas, donde permaneció hasta que los problemas económicos la obligaron a regresar a la casa de sus padres en 1933. Ella y su esposo habían estado separados desde 1926 y, a petición suya, se divorciaron en 1935.
Los años que Marianne Brandt-Liebe pasó viviendo con su familia entre 1933 y1945 forjó una brecha entre ella y el mundo del arte, y aunque continuó pintando y creando arte, nunca pudo reparar el daño causado por esa larga brecha.
Terminada la guerra, Marianne se ganó la vida durante muchos años como profesora en Dresde y Berlín. En los años setenta se trasladó a vivir a la República Democrática Alemana y recuperó su faceta de fotógrafa que también había desarrollado en sus años de juventud cuando inmortalizó a las mujeres en la época de entreguerras y el papel que ejercieron dentro de la Bauhaus.
Marianne Liebe fue pionera en el uso de la fotografía para inmortalizar naturalezas muertas. Realizó también preciosos autorretratos dando enfoques muy diferentes e innovadores de su propia imagen. Pasó varios años trabajando como artista independiente y enseñando arte aplicado y diseño en Berlín y Dresde entre 1949 y 1954 y vivió sus últimas décadas como pintora, tejedora y escultora en Chemnitz.
Marianne murió en Kirchberg, Alemania a los 89 años.